Para predecir la rotura de una viga con los coeficientes de seguridad empleados en las industrias navales es necesario conocer con precisión el estado tensional en puntos concretos de la estructura. Los modelos simplificados son de gran utilidad para describir el comportamiento global de una estructura, sin embargo, para conocer el estado tensional en un punto concreto de la misma es preciso recurrir a técnicas con un mayor coste computacional como las herramientas numéricas. Si la viga está fabricada con materiales compuestos de tipo laminado es necesario, además, considerar los diferentes modos de fallo que pueden presentar estos materiales como la rotura de fibras, la rotura de la matriz, la de laminación o el despegue entre fibra y matriz.
El proceso de rotura es especialmente complejo cuando varios modos de fallo aparecen al mismo tiempo. Para que los modelos numéricos sean capaces de simular adecuadamente el fallo de una viga de material compuesto de tipo laminado, sería necesario disponer de un modelo de comportamiento mecánico de material adecuado que considere los diferentes modos de fallo que pueden aparecer. Por otro lado, además de las cargas de diseño, los elementos estructurales pueden estar sometidos a diferentes tipos de impacto, bien sea durante su vida en servicio o durante las operaciones de montaje y mantenimiento. Pueden ser impacto de alta velocidad como por ejemplo, un choque entre dos embarcaciones rápidas; de velocidades medias, como las colisiones de una embarcación cuando está atracando en un muelle; o de velocidades bajas, como el caso de la caída de una herramienta en las operaciones de mantenimiento o montaje.
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